POLVOS DE LA MADRE MATIANA

"Polvos de la Madre Matiana"
Respuesta de mi papá, a preguntas cansonas o demasiado curiosas de niños y uno que otro entrometido.
¿Quien fue la Madre Matiana? La Madre Matiana del Espíritu Santo, según  lo cuenta Gustavo Casasola en Historia Gráfica de México, fue nodriza y nana de Sor Juana Inés de la Cruz, al parecer vaticinó acontecimientos que tuvieron lugar tiempo después de su muerte, como terremotos, la guerra de independencia y la aparición del coche, o carreta que no fuera jalada por mulas, por lo que se ganó el apodo de: 'La Nostradamus Mexicana'.
     No bien, encontré un documento títulado: Matiana, mística del imaginario, voz de ultratumba" por Jose Velasco Toro, el autor, no menciona, relación alguna entre la décima Musa, Sor Juana Inés de la Cruz, y Matiana. Matiana nació en 1709 y Sor Juana Inés de la Cruz vivió entre 1651 y 1695.  pero ambas vivieron en el Claustro de San Jerónimo.
     Matiana fue sirvienta de varias amas en el convento de San Jerónimo.  Siempre fué de caracter atento y servicial. Fué sometida a tortura física por la Santa Inquisición, que buscaba incriminarla como bruja, negando su espíritu clarividente, murió de gangrena.
   Apartir de entonces, los magos, durante el acto de magía, solían decir que esparcían "polvos de la madre Matiana" que sin duda les ayudaba a culminar el acto debidamente. Durante la época revolucionaria, para infundirles miedo a los niños y evitar que salieran a jugar a la calle se les advertía que podría caer sobre sus cabezas polvos de la madre Matiana.
     Podemos recurrir con la misma simpleza al uso de esta tradicion popular. Cualquier inventor, puede mencionar  estos mismos polvos, para salir triunfante ante la insistente pregunta del curioso y no revelar la receta secreta de su invento, como bien puede un cocinero decir que esos polvos son su arma secreta en la conquista perfecta de paladares exigentes.
     Todos tenemos una conocida, insistente y curiosa, que quiere la receta secreta del pastel de la abuelita. La mejor manera para salir airosos del problema sería enumerar los ingredientes con distintas proporciones a la receta original y agregar dos cucharadas de polvos de la madre Matiana. Así, la curiosa quedará perpleja, y si pregunta con ingenuidad: "¿Pero donde los consigo?" Con un guiño de ojo habrá que responderle: " En una de las celdas del claustro de San Jerónimo".😂😉😁☝